De caminos salvajes (ajenos, of course)

Hola raza humana, hace algunos minutos acabo de ver una película fabulantástica, tras año y medio de conocer su existencia, y dos intentos fallidos por pescarla El primero de ellos, en plena taquilla del cine y por decisión en mi contra de dos a uno, fue brutalmente catafixiada por una mediocre cinta con Kevin Spacey y algún niño que se creía marciano. El segundo, cortesía de una chica malaleche que la apañó en blockbuster y no quiso soltarla ni echándole mayonesa.

El filme en cuestión se llama INTO THE WILD, o cómo su título en español reza CAMINO SALVAJE, no es malo si lo piensan, pudo haber sido Convivencia con la naturaleza o alguna mamada así [ver post relacionado aquí].



Admito que mi primera intención de verla no fue por que el director sea una reata conocida [es Sean Penn por cierto] ni por que ganó miles de premios de festivales de ciudades remotas, sino por que el Señor Edward Louis Severson III, vocalista de Mermelada de perlas hizo la banda sonora*. Y sí, me dije a mi mismo: -Mi mismo, si Eddie hizo la música, entonces debe ser buena, fue un prejuicio absoluto pero al final resulto ser muy cierto.

No pienso resumirles ni un gramo de película, sino contarles que es de esas pocas que ha logrado dejarme un mal sabor de boca con el final, es tan buena que me hizo enojarme e incluso sufrir, no sin antes pasar por la envidia, la tristeza, la empatía y luego la antipatía. Para aquellos que confíen en mis recomendaciones, veanlaaaaaaaaaaaa, y para los que no, les dejo el corto, que puede hacer un poco más que mi opinión.



Si quieren verla, no vayan a intentar descargarla desde
aquí, y por si eso no les basta, también les sugiero que se chuten toooda la música de la película, sin recurrir a la información poco ética que hay aquí.

No olviden comentar si ya la vieron, si la verán o si les vale madre.


*sí, banda sonora, NO soundtrack.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Fantabuloso!

Entradas populares de este blog

un montón de masking y lucecitas

¡Mira, un pez!

la ciudad escupe